Desde tiempos ancestrales, las etnias Piaroa, Puinabe, Piapoco, Curripaco, Sikuany y Cubeo, han habitado los territorios de del actual resguardo unificado de la gran selva de Mataven, a orillas del río Orinoco de la frontera Colombo-venezolana. Dichas pueblos, siempre habían dispuesto de suficiente espacio para cazar, pescar, cultivar y cosechar abundancia alimentaria, hasta que aparecieron los primeros colonizadores. A partir de entonces, dichas etnias comenzaron a padecer exclusión, persecución y sometimiento, hasta hoy en día. Como efecto de este exterminio social nacional, la Constitución de 1991 le da categoría constitucional a los resguardos indígenas; una especie de refugio geográfico que les posibilita conservar y ejercer sus derechos, reglamentados por la ley 89 de 1890.
La Fundación La Cosmopolitana asesora allí la Diócesis de Puerto Inírida con el fin de fortalecer el Plan de Vida en Sarrapia y Pueblo Nuevo, de manera tal que las comunidades encuentran estrategias de empoderamiento interno audaces que les permiten: 1) Recuperar las semillas nativas y con ello implementar los sistemas agroforestales, recuperar la comida nativa y mejorar la nutrición; 2) Conservar, defender y recuperar el territorio como un medio para restablecer vida, autoridad y autonomía; 3) Recuperar la identidad, autoestima, valores y sentido de pertenencia, y; 4) Reivindicar los derechos, propios de la cultura indígena en su diversidad, territorialidad, cosmovisión, lengua y educación.