Motivos para Organizarnos como Plataforma

Plataforma de la Amazonía y Orinoquía - PAO

Mapa que muestra la estrategia de pasar de una acción local a una visión global.

Dentro de una lógica de crecimiento humano gradual, aunada a una expansión geoespacial, que parte desde la transformación de lo local y se articula a lo global, nace en el 2008 La Plataforma Amazorinocense - PAO. La esencia de este movimiento regional que une las visiones de los pueblos de la Amazonía y Orinoquía colombiana, así como el enlace con los países de la gran cuenca amazónica, en este caso, Brasil, Perú y Ecuador, formamos parte de una estrategia de trabajo colectivo, en el que tenemos claro la concepción de los aspectos que debemos abordar.

Desde el punto de vista económico nos concierne entender el capital como un medio y no como un fin. Es decir, que los procesos económicos deben atender, primero que todo las necesidades fundamentales, promoviendo el enfoque de desarrollo local, la economía no monetaria, la reciprocidad, la solidaridad y el bien común por encima del particular. En otras palabras, propender por “la economía del cuidado y del consumo responsable”.

Desde la óptica sociopolítica, se requiere promover la buena gobernabilidad, la relación de igualdad y reciprocidad entre el Estado y la Sociedad Civil, desde una lógica del respeto a la persona, el interés colectivo y la preservación del territorio. Todo ello, teniendo en cuenta la reconstitución y resignificación de las democracias desde el ejercicio de la soberanía local y del derecho de las personas a ser valorizadas, dignificadas, protegidas y apreciadas. Es decir, se trata más del desarrollo de las personas y no sólo de los objetos.


Padre de familia Piaoroa de regreso a casa, luego de una rica pesca en el río Mataven, Guainía, Colombia.

Dentro de la dimensión ambiental nos corresponde cuidar la naturaleza como un valor supremo, manejando y cuidando con respeto, valoración y admiración especial al agua, el suelo, los bosques, las semillas nativas y la biodiversidad. En lo “micro” significa cambiar los estilos de vida, priorizando la comida sana local, así como la convivencia protectora, restauradora y armónica con la naturaleza. En lo “macro” se hace necesario recordar y exigir a los países industrializados una lógica creciente de corresponsabilidad, resarcimiento, compensación y cambio de actitudes globales.

Desde lo cultural y espiritual se hace necesario conocer, reconocer, rescatar y respetar la memoria histórica de los pueblos con todos sus saberes, tradiciones, valores y cosmovisiones. Asimismo, concierne superar la visión antropocéntrica dominante, por una de mayor interdependencia con la naturaleza, desde luego incluyendo avances tecnológicos basados en la energía solar, hídrica, eólica y de la biomasa, que optimicen el uso de los recursos y la realización plena de las personas. Todo ello debe conllevar a “re-crear” un sistema educativo que despierte la conciencia de las personas y la capacidad administrativa de los bienes de la Creación.