Nucleos de Trabajo

Estrategia de Seguimiento por Nucleos - 2017

Como efectos resumidos de estos escenarios de aprendizaje de Aula Viva que se llevaron a cabo del 2011 al 2016, se ha logrado: 1) establecer unas 2.300 hectáreas de sistemas agroforestales que han hecho posible la recuperación de semillas, comida y saberes tradicionales; 2) Iniciar procesos de transformación y comercialización agrícola y pecuaria a escala local; 3) Incorporar el Aula Viva como metodología de aprendizaje y los Planes de Vida en la mayoría de cada uno de los proyectos PAO como estrategia de empoderamiento y reivindicación de derechos, y; 4) Conformar un laboratorio de innovación y aprendizaje, cuyos métodos, conceptos y estrategias a escala humana, han incidido en al menos 1.800 familias indígenas y campesinas.

Terminada la fase de las anteriores Aulas Vivas, iniciamos otra fase del proceso de la Plataforma de la Amazonía y Orinoquía, organizados por núcleos de trabajo. Así pues, quedaron tres núcleos, unidos por principios, métodos, políticas y enfoques comunes de vida, y no obstante, cada uno con dinámicas y estrategias distintas de acción. Por un lado, se encuentra el núcleo del Trapecio Amazónico y el núcleo colombo-ecuatoriano y por el otro, el núcleo de la Orinoquía.


Núcleo del Trapecio Amazómico

Mujer Tikuna durante el Aula Viva 2018, en Benjamin Constant, Brasil.

El núcleo del Trapecio Amazónico es reconocido por el alto impacto generado a través de la práctica de las Aulas Vivas y con ellas: la recuperación de las semillas y la comida nativa por medio de los sistemas agroforestales; la recuperación de la maloca o vientre materno y con ello la identidad, los ritos, las danzas y la cosmovisión; así mismo, ha surgido la necesidad de la organización desde la familia, la chagra, la comunidad y el territorio. En fin, es un proceso de transformación y reivindicación humana, alimentaria y ambiental generadora de credibilidad y confianza, a través de los hechos. Pese a los grandes avances es un proceso naciente, que aún requiere acompañamiento y maduración hasta que quede en las propias organizaciones y estructuras endógenas locales. El proceso es tan holístico que corre el riesgo de no ser entendido y en efecto, fragmentado y debilitado desde las miradas externas, por parte de personas, instituciones y universidades que lo visitan. Algunos solo ven las puntualidades técnicas, otros la antropológica, la empresarial, la política etc. Pocas veces se percibe el “alma” del proceso”. ¡Su Esencia!


Núcleo Colombo-Ecuatoriano

Participantes a la quinta Aula Viva (2015) en La Dorada, Putumayo, Colombia.

Pese a los esfuerzos que han hecho los proyectos para que cambien las condiciones de vida de las familias y comunidades donde inciden los proyectos, los efectos no siempre han sido positivos. Si bien, la mayoría ha logrado mayores niveles de fuentes alimenticias y comerciales sanas a través de la puesta en práctica de los sistemas agroforestales, la incidencia de la minería, las petroleras y la incrementación del cultivo de la coca, ha sido la mayor causa de la problemática ambiental, productiva, social, económica y política.

Los indicios de funcionalidad como núcleo se trasladaron a zona Andina aledaña, donde convergen los proyectos de Pasto, Ipiales, los indígenas Kamentsá y ahora dos proyectos ecuatorianos fronterizos, apoyados por Ekorural. El futuro de este núcleo de trabajo que ahora comienza es esperanzador. Los liderazgos al interior del núcleo son prometedores. La población tiene raíces culturales comunes. Geográficamente están concentrados y ambientalmente corresponden a un mismo nicho ecológico andino.


Núcleo de la Orinoquía Colombiana (Llanos Orientales)

Hermosas jóvenes de la etnia Sikuani, Resguardo Wacoyo, Puerto Gaitán, Meta, Colombia.

El núcleo de la Orinoquía colombiana es el más joven y uno de los que mayores retos exige. Como procesos avanzados están los apoyados por FUCAI en Barrancominas, Guainía (ahora a cargo del Vicariato del Guainía) y de la parte de la Cosmopolitana, en la Altillanura, La Cordillera y el Piedemonte Llanero, incluidos ahora algunos municipios ZOMAC del departamento del Meta. Luego están los departamentos del Vaupés, Guaviare y Guainía, donde hace un año se ha iniciado un proyecto tripartito, básicamente con el objetivo de sentar las bases técnicas, metódicas y conceptuales para que, a partir de dicha experiencia, cada Diócesis formule, se apropie, desarrolle y acompañe su propio proceso.

Por otro lado, está el desafío de articular las experiencias y tejer redes de intercambios y formas de comunicación, entre los procesos más avanzados y los nuevos. En este orden de ideas, se hace necesario “oxigenar el proceso regional del postconflicto” creando altos grados de confianza y solidaridad, entre los municipios ZOMAC, con el proyecto regional de La Cosmopolitana, con los nuevos proyectos surgidos (Guaviare.) y que vayan surgiendo (Arquidiócesis de Villavicencio), donde se tenga en cuenta el esfuerzo eclesial, así como de otros entes privados y gubernamentales. En fin, construcción de región como Plan de Vida, sería el más alto propósito.


Núcleo de la Orinoquía del Brasil (Roraima)

Lideres indígenas Lucho y Muturuca de Colombia y Brasil, durante el encuentro en Roraima, Brasil.

Gracias a la dinámica regional desatada por la Plataforma Amazorinocense, a través de las Aulas Vivas y la facilitación del grupo itinerante del CIMI, hubo dos momentos en especiales, que propiciaron el intercambio de experiencias y saberes con los pueblos indígenas amazónicos del Brasil, a través del Consejo Indígena de Roraima – CIR, así como de los demás pueblos indígenas del norte, apoyados por el Consejo Indígena Misionero – CIMI.

Un primer momento se da en noviembre de 2012, en la región de la Triple Frontera de Brasil, Perú y Colombia, durante la semana del Aula Viva 2012, coordinada por la Fundación Caminos de Identidad – FUCAI, a la que participaron, entre otros pueblos y proyectos, a los indígenas amazónicos del Brasil, así como a representantes del grupo Itinerante CIMI, de quienes pudimos conocer la magnitud de sus trabajos y desafíos.

Un segundo momento se presenta en febrero de 2013, ante el plenario nacional del CIMI en Manaos, la estrategia metodológica de la Plataforma Amazorinocense, apoyada por Misereor desde Colombia, cuyo objetivo principal es el de tender puentes entre proyectos, regiones y países, en aras de actuar como un conjunto, en todos los aspectos que conlleven a tener una mayor soberanía alimentaria, organización y empoderamiento de los pueblos. Como efecto de este encuentro, surgió la invitación por parte del CIR, en Rondonia y del CIMI, en Manaos, para que viniese un grupo de líderes indígenas colombianos, cuyo objetivo fuera el de socializar las experiencias relacionadas con Planes de Vida y Soberanía Alimentaria, en especial. Desde entonces y con la renovación de la comunicación y la realización de las primeras Aulas Vivas conjuntas ahora en el 2018, nace el núcleo de Roraima en el Brasil.