El Piedemonte llanero en el Meta, con una población cercana a los 100 mil habitantes, que parte de Villavicencio hacia toda la región del Ariari, hasta llegar al parque natural “La Macarena” es exhuberante, fértil, lleno de aguas cristalinas, bosques de neblina y toda una riqueza florística y faunística. En fin, es un escenario de vida indescriptible, pero a la vez, preocupante por el tipo de agricultura, ganadería y minería que allí se ejerce. Desde la llegada de familias campesinas andinas laboriosas, las frondosas selvas tropicales del Ariari han sido taladas y convertidas en pastizales y grandes monocultivos destinados para las vacas y el alimento de miles de estómagos humanos en Bogotá.
La Cosmopolitana viene trabajando en esta región desde el año 2000. Lo sorprendente de los efetos positivos que ha tenido su incidencia, esta en la restauración de vida rural, cuya transformación se logró primero a escala humana. Comenzó a cambiar la mentalidad de precariedad por la de abundancia. En vez, de seguirse quejando del gobierno, los grupos al margen de la ley y tantos enemigos más para escudarse en realidades externas que justi caban su pobreza, comenzaron a trasegar caminos hacia el interior de sí mismos!. Dejaron de resistirse al cambio, creando espacios para solucionar sus dificultades con sus propios recursos y a desarrollar sus propios sueños de vida. En otras palabras, experimentaron que al cambiar su forma de actuar, pensar y concebir su persona, su familia, su comunidad y el mundo, encontrando la paz consigo mismos, con la naturaleza y con los demás.